LaÌýmalformación de Chiari tipo 1 (CM1)Ìýse desarrolla a medida que el cráneo y el cerebro crecen durante la niñez y, a veces, no puede diagnosticarse hasta en los últimos años de la niñez o en la adolescencia. La CM1 varÃa dependiendo del tamaño y la forma de la malformación craneal responsable de hacer que el tejido cerebral descienda y de la intensidad de los ²õòԳٴdz¾²¹²õ. Si la enfermedad se diagnostica lo suficientemente a tiempo y se trata de manera apropiada, la mayorÃa de los pacientes jóvenes se recuperarán completamente y llevarán vidas normales.
ElÌý»å¾±²¹²µ²Ôó²õ³Ù¾±³¦´ÇÌýde CM1 puede ser desafiante porque muchos de los ²õòԳٴdz¾²¹²õ más obvios de la afección también son ²õòԳٴdz¾²¹²õ de otros trastornos, incluidos dolores en la parte posterior de la cabeza que empeoran con el esfuerzo o al hacer la maniobra de Valsalva, dolor en el cuello, mareo, dificultad para tragar, fatiga y depresión. Otros ²õòԳٴdz¾²¹²õ, algunas veces más sutiles, también pueden indicar a los médicos que existe la posibilidad de CM1, incluidos el deterioro de las habilidades motoras finas, entumecimiento de las manos, brazos o piernas, visión borrosa o audición reducida, y problemas para dormir. Los problemas con el equilibrio y la debilidad muscular también indican la existencia de la CM1, pero es posible que no siempre se presenten.
La porción inferoposterior del cerebro se llama cerebelo, y las partes más bajas del cerebelo se llaman amÃgdalas cerebelosas. Las amÃgdalas cerebelosas normalmente descansan sobre un orificio en la base del cráneo llamado foramen magno, en donde la columna vertebral pasa hacia la parte posterior del cráneo y por medio del cual fluye el lÃquido cefalorraquÃdeo en su ruta por el sistema nervioso central. En niños con CM1, las amÃgdalas cerebelosas empujan el foramen magno y pasan hacia la columna vertebral.
LosÌý²õòԳٴdz¾²¹²õÌýde la CM1 tÃpicamente surgen debido al bloqueo del lÃquido cefalorraquÃdeo, la compresión del tronco cerebral o la formación de sacos llenos de lÃquido, llamados siringes, ya sea en la médula espinal (en donde se llaman siringomielia) o en el tronco cerebral (en donde se llaman siringobulbia). Es posible que el equipo de la CM1 tenga que resolver uno, dos o tres de los problemas en un solo niño.
No hay una sola prueba que pueda determinar precisamente qué está provocando los ²õòԳٴdz¾²¹²õ de la CM1 del paciente o predecir si ese niño se beneficiarÃa de la cirugÃa o no. Los exámenes de colaboración por parte de unÌýequipo de especialistas expertos en ChiariÌýes la única manera de concentrarse en el »å¾±²¹²µ²Ôó²õ³Ù¾±³¦´Ç apropiado y en el curso deÌýtratamientoÌýóptimo. El descenso de las amÃgdalas cerebelosas en el tronco cerebral define a la CM1, pero la intensidad de sus ²õòԳٴdz¾²¹²õ puede variar de un paciente a otro. Algunas veces las amÃgdalas pueden descender más, pero el niño no tiene ²õòԳٴdz¾²¹²õ. En otros casos, es posible que las amÃgdalas en gran medida se queden por encima del foramen magno, y aun asà el niño tiene ²õòԳٴdz¾²¹²õ múltiples e intensos. Antes de que podamos trazar el mejor camino a seguir para un paciente de CM1, los médicos deben realizar un examen neurológico completo para buscar ²õòԳٴdz¾²¹²õ de disfunción cerebelosa, que incluyen movimientos horizontales, descontrolados y repetitivos del ojo (llamados nistagmo), anormalidades en la forma de caminar, problemas para tragar y una respuesta exagerada a la estimulación de reflejos. Los especialistas en imagenologÃa también deben analizar las imágenes del cerebro, del tronco cerebral, de la médula espinal y del flujo del lÃquido cefalorraquÃdeo.
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