El tÃmpano es un trozo delgado de tejido en el interior del oÃdo de su hijo. El espacio que está detrás del tÃmpano se llama oÃdo medio. Se conecta a la parte posterior de la nariz mediante un conducto. Ese conducto se llama trompa de Eustaquio. Permite que el aire llene ese espacio y que salga el lÃquido que haya en el oÃdo medio.
Pero hay veces en que esos conductos no funcionan bien. Puede ser por alergias, infecciones tales como los resfriados o un agrandamiento de las adenoides. Las vegetaciones adenoides son tejidos blandos que están detrás de la nariz para ayudarle a su hijo a combatir las infecciones. En consecuencia, puede acumularse lÃquido detrás de los tÃmpanos. Eso puede causar dolor y pérdida de audición.
En una inserción de tubos en los oÃdos, el proveedor de atención médica de su hijo le colocará un pequeño tubo en el tÃmpano para ayudar a que salga el lÃquido atrapado en el oÃdo medio. También permite que el aire entre en el oÃdo medio a través del tÃmpano. Para el momento en que esos tubos se salen, puede que el conducto natural del cuerpo entre el oÃdo medio y la parte posterior de la nariz funcione mejor. Pero, en ocasiones, es necesario colocar otro tubo.
Esos tubos en los oÃdos se llaman tubos de timpanostomÃa. Son tubos pequeños hechos de plástico, metal o teflón. El proveedor de atención médica puede colocar tubos que se salen por su cuenta al cabo de entre seis meses y un año. Otro tipo de tubos permanecen colocados más tiempo y es posible que el proveedor de atención médica deba quitarlos más adelante.
En ocasiones, los proveedores de atención médica también extirpan las vegetaciones adenoides en la misma cirugÃa.
Las edades más comunes en que se colocan tubos en los oÃdos son entre el año y los tres años. Para cuando cumplen cinco años, la mayorÃa de los niños tienen trompas de Eustaquio más anchas y largas, lo que permite que drenen mejor los lÃquidos del oÃdo.
Este procedimiento es muy común en los niños. Su hijo podrÃa necesitar tubos en los oÃdos si:Â
Ha tenido lÃquido en el oÃdo por tres meses o más.
Hace mucho tiempo que tiene una infección en el oÃdo.
Tiene infecciones en los oÃdos con frecuencia.
Sus oÃdos o su boca tienen una forma anormal.
Ha tenido ciertas lesiones en los oÃdos.
También deberÃa saber lo siguiente:
No deberÃan insertarse tubos en los oÃdos en los niños que han tenido solo una infección de oÃdo que duró menos de tres meses.
A su hijo deberÃan evaluarlo para ver si corre mayor riesgo de tener problemas del habla, la dicción o el aprendizaje debido a las infecciones de oÃdo repetidas.
Los posibles riesgos de este procedimiento incluyen los siguientes:
Problemas con la anestesia, como dificultades para respirar o una reacción a los medicamentos
Cicatrices en el tÃmpano
Pérdida de audición
Sangrado
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Algunos otros riesgos incluyen:
Un orificio en el tÃmpano que no se cicatriza después de que se salió el tubo. Puede ser necesario otro procedimiento para corregir esto.
El tubo puede salirse demasiado pronto. O el tubo puede quedar colocado demasiado tiempo y deberá ser extraÃdo por el médico.
Es posible que su hijo tenga otros riesgos según su afección especÃfica. Recuerde hablar con el proveedor de atención médica de su hijo sobre cualquier preocupación que tenga antes del procedimiento.
El proveedor de atención médica querrá revisar el estado general de salud de su hijo, sus oÃdos y su audición antes del procedimiento. Antes del procedimiento:
Mencione todos los medicamentos o suplementos que su hijo está tomando.Â
Mencione si su hijo tiene alguna alergia.
Pregunte si su hijo puede comer o beber antes del procedimiento. Es posible que a su hijo no le permitan comer ni beber nada después de la medianoche anterior al procedimiento.
Pregunte cuánto tiempo tendrá colocados los tubos y cuándo su hijo deberá ir a las citas de control.
Por lo general, usted y su hijo deberán llegar algunas horas antes de la cirugÃa.
Usualmente, es un otorrinolaringólogo (especialista en oÃdos, nariz y garganta) quien se encarga de insertar los tubos en los oÃdos. Por lo general, se realiza como un procedimiento ambulatorio. El procedimiento entero generalmente dura menos de 15 minutos. El procedimiento puede incluir lo siguiente:
Un profesional especializado en administrar medicamentos durante las cirugÃas le dará a su hijo un medicamento para que duerma y lo vigilará durante la cirugÃa.Â
El otorrinolaringólogo le hará un pequeño orificio en el tÃmpano usando un cuchillo pequeño (escalpelo).Â
El otorrinolaringólogo usará un dispositivo de succión para quitar el lÃquido del oÃdo medio a través de este orificio.Â
El otorrinolaringólogo insertará el tubo en este orificio. El orificio por lo general se cicatrizará por sà solo sin puntos.Â
Los tubos en los oÃdos suelen salirse por su cuenta al cabo de entre seis meses y un año.
Su hijo irá a una sala de recuperación para despertarse. Puede que se sienta adormecido e irritable por una o dos horas después de despertarse de la anestesia. Los ruidos le parecerán especialmente fuertes por algún tiempo. En la mayorÃa de los casos, su hijo podrá regresar a casa el mismo dÃa.
El otorrinolaringólogo puede sugerir que le dé a su hijo gotas para los oÃdos por algunos dÃas después de la cirugÃa. Durante ese tiempo, puede que note que le sale lÃquido del oÃdo. Su hijo podrá volver a jugar normalmente al dÃa siguiente y podrá comenzar a comer de manera habitual tan pronto como lo desee.
Es posible que su hijo necesite tener de cuidado de que no le entre agua en el oÃdo mientras el tubo esté colocado. Puede que necesite ponerle un tapón auditivo o una bola de algodón recubierta con vaselina dentro del oÃdo antes de que su hijo vaya a nadar o tome un baño. Pregúntele al otorrinolaringólogo qué recomienda hacer.
Asegúrese de cumplir todas las citas de control para que el otorrinolaringólogo pueda ver cómo va la recuperación de su hijo. Llame al otorrinolaringólogo si nota alguno de los siguientes sÃntomas:
Su hijo tiene fiebre.
A su hijo le duele el oÃdo.
Supuración del oÃdo que tiene mal olor o es de color amarillento o verdoso.
El tubo del oÃdo se sale.
Antes de aceptar que su hijo se haga la prueba o el procedimiento, confirme si sabe lo siguiente:
El nombre de la prueba o del procedimiento.
La razón por la que le harán la prueba o el procedimiento.
Qué resultados esperar y lo que significan.
Los riesgos y los beneficios de la prueba o el procedimiento.
Cuándo y dónde se hará la prueba o el procedimiento.
Quién le hará la prueba o el procedimiento y qué tÃtulos o diplomas tiene esa persona.
Qué sucederÃa si su hijo no se hace la prueba o el procedimiento.
Si hay alguna prueba o procedimiento alternativos que podrÃa considerar.
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A quién debe llamar después de la prueba o procedimiento si usted tiene alguna pregunta o su hijo tiene algún problema.
Cuánto tendrá que pagar por la prueba o el procedimiento.
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