Según el Centro Nacional de EstadÃsticas de Salud, aproximadamente el 20 % de los niños entre 6 y 11 años y el 18 % de los adolescentes (entre 12 y 19 años) de los Estados Unidos tienen sobrepeso. En la actualidad, hay muchas más personas con sobrepeso que hace 15 años. Este aumento se ve en personas de ambos sexos y de todas las edades. Los adolescentes obesos o con sobrepeso tienen más probabilidades de convertirse en adultos obesos o con sobrepeso.
La obesidad se define como una acumulación generalizada de grasa corporal. La obesidad se determina al medir la estatura y el peso del adolescente. Se considera que un adolescente tiene sobrepeso si tiene un IMC superior al percentil 85 e inferior al percentil 95 para su peso. Se considera que una persona es obesa si el IMC es superior al percentil 95 para su edad y sexo. Los estudios de investigación sugieren que los adolescentes obesos o con sobrepeso pueden convertirse en adultos obesos o con sobrepeso.
Los siguientes son algunos factores que pueden contribuir a que los adolescentes tengan sobrepeso:
comida disponible fácilmente, en especial bocadillos con gran cantidad de calorÃas;
la actitud de los padres hacia la comida;
un aumento de la ingesta de comida chatarra;
el uso de la comida como premio o castigo para el cambio de comportamientos;
falta de ejercicio;
mirar televisión y picotear;
no saber cómo comer sano;
herencia (peso de los padres y miembros de la familia).
Los puntos básicos del tratamiento de la obesidad en niños y adolescentes incluye cambios en la dieta y un aumento del ejercicio fÃsico. Es importante que los padres y el adolescente estén listos y dispuestos a realizar el cambio. Por lo general, no se recomienda la pérdida de peso en bebés y niños pequeños que todavÃa están creciendo y desarrollándose. El objetivo del tratamiento de estos niños es mantener el peso a medida que crecen en estatura. Adelgazar puede ser recomendable para los adolescentes obesos que ya han completado su crecimiento o pesan más que su peso sano de adultos. Los siguientes son lineamientos generales que se pueden seguir para tratar a su hijo adolescente.
Para niños de más de 7 años:
El objetivo es mantener el peso inicial en un principio y luego agregar pequeños cambios en la alimentación y en el ejercicio para lograr un descenso de peso lento según lo que recomiende el médico de su hijo adolescente.
A esta edad, un niño o un adolescente debe seguir las indicaciones para adultos y limitar la ingesta de grasas.
Comer una amplia variedad de comidas que sean bajas en calorÃas. Considere lo siguiente:
Su hijo adolescente necesita suficientes calorÃas como para mantener su nivel de energÃa, pero no más de las que puede quemar. Eso se llama equilibrio energético.
Si ingiere más calorÃas que las que quema, aumentará de peso.
Si ingiere menos calorÃas que las que quema, bajará de peso.
Si hay un equilibrio entre las dos cosas, mantendrá el peso.
Aún si está a dieta, sin embargo, las calorÃas no deben reducirse tanto que no sean suficientes para las necesidades energéticas del adolescente. La cantidad de calorÃas que necesita el adolescente dependen fundamentalmente de la edad, el sexo y el nivel de actividad.
Disminuir el consumo de comidas con mucha grasa.
Comer más vegetales y frutas.
Comer menos dulces, caramelos, galletas, bocadillos salados y refrescos.
Cambiar y consumir productos lácteos descremados o bajos en grasa.
Asistir a grupos de apoyo.
No use la comida como recompensa. Use otras actividades como recompensa del buen comportamiento.
Realicen las comidas y las meriendas todos juntos como una familia.
Solo dele a su hijo adolescente opciones sanas entre las cuales elegir. Por ejemplo, llene el refrigerador con manzanas y yogur, en lugar de galletas y patatas fritas.
Haga que toda la familia se involucre en un plan de alimentación sana, no solo el adolescente que tiene sobrepeso.
Aliente las actividades que fomenten el ejercicio, como salir a andar en bicicleta, caminar o patinar.
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