El hÃgado está situado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal, debajo del diafragma y por encima del estómago, el riñón derecho y los intestinos. El hÃgado es un órgano de color marrón rojizo que tiene múltiples funciones.
El hÃgado recibe irrigación sanguÃnea a través de dos fuentes:
la sangre oxigenada fluye desde la arteria hepática;
la sangre rica en nutrientes fluye desde la vena porta hepática.
El hÃgado consta de dos lóbulos principales, los cuales están formados por 8 segmentos. Los segmentos están formados por miles de lobulillos (lóbulos pequeños). Los lobulillos están conectados a conductos pequeños (tubos), que a su vez se conectan a conductos más grandes, para formar, en última instancia, el conducto hepático común. El conducto hepático común transporta la bilis producida por las células hepáticas hacia la vesÃcula biliar y el duodeno (la primera parte del intestino delgado).La bilis es un lÃquido de color amarillo claro o naranja que ayuda a digerir los alimentos.
El hÃgado regula la mayor parte de los niveles quÃmicos de la sangre y excreta un producto llamado bilis, que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción. Toda la sangre que sale del estómago y de los intestinos atraviesa el hÃgado. El hÃgado procesa esta sangre y separa sus componentes, los equilibra y crea los nutrientes para que el cuerpo los utilice. También metaboliza los medicamentos presentes en la sangre para que sean más fáciles de utilizar por el cuerpo. Se han identificado muchas funciones vitales del hÃgado. Algunas de las funciones más conocidas incluyen las siguientes:
producción de bilis, que ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión;
producción de ciertas proteÃnas para el plasma sanguÃneo;
producción de colesterol y proteÃnas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo;
almacenamiento y liberación de glucosa, según sea necesario;
procesa la hemoglobina para usar su contenido de hierro (el hÃgado almacena hierro);
convierte el amoniaco nocivo en urea (uno de los productos finales del metabolismo proteÃnico que se excreta en la orina);
depuración de fármacos y otras sustancias nocivas de la sangre;
regulación de la coagulación sanguÃnea;
crea resistencia a las infecciones al producir factores inmunitarios y eliminar bacterias del torrente sanguÃneo;
compensación de la bilirrubina (si se produce una acumulación de bilirrubina, la piel y los ojos se ponen amarillos).
Una vez que el hÃgado ha descompuesto las sustancias nocivas, estas se excretan en la bilis o la sangre. Los subproductos biliares ingresan en el intestino y, finalmente, salen del cuerpo en las heces. Los subproductos sanguÃneos se filtran en los riñones y salen del cuerpo en forma de orina.
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